martes, 27 de febrero de 2018

POTAJE DE CUARESMA

Ya se acabaron los carnavales. Pero, sobre todo, se acabaron los dulces típicos de esta celebración. ¿Os habéis dado cuenta que no hay celebración o fiestas que no tengan un sin fin de dulces? Ahora entramos en la Cuaresma y hay un montón de recetas típicas, tanto saladas como dulces. Quizás la más conocida es el  potaje de garbanzos, espinacas y bacalao. El bacalao es el pescado más consumido, sobre todo en esta época del año, desde siglos, ya que al conservarlo en salazón se podía consumir a lo largo de todo el año, sobre todo en las zonas no costeras, donde conseguir pescado era muy difícil.
Este plato no suelo prepararlo mucho, no porque no me guste, sino porque en casa soy la única que lo como. La última vez que lo preparé fue justo hace dos años: estaba en Santander, ya que habían ingresado a mi padre. Un fin de semana que salí del hospital para descansar y ver a mi madre, ella me pidió que se lo preparase. Siempre lo hacía ella, pero desde que enfermó no podía y mi hermana nunca lo había hecho. Quedó buenisimo, no sólo porque lo diga yo, sino más bien por los dos platos que se comió mi madre.
La receta es muy fácil, lo más importante es contar con una buena materia prima, en este caso el bacalao, que sea de buena calidad. Pueden ser lomos o migas. Y también es importante desalarlo correctamente. Primero lo lavamos bien para quitar toda la sal y lo ponemos en un recipiente hondo y cubrimos con agua fría, lo metemos en la nevera y cada 12 horas cambiamos el agua. Hacemos esta operación durante dos días. Si hemos comprado migas el proceso será menor: con un día tendremos suficiente.
Los garbanzos pueden ser ya cocidos, es decir, de bote o cocerlos en una olla. Yo he utilizado garbanzos que he cocido en la Fussioncook. Previamente los he tenido en remojo con agua caliente 12 horas. Los he cocido con una hoja de laurel, media cebolla y unos granos de pimienta negra.
Las espinacas pueden ser frescas, envasadas o congeladas.
El nombre suele ser Potaje de Cuaresma o Potaje de Vigilia, yo al menos lo he oído de ambas formas. Vamos con la receta y veréis que potaje más rico nos va a quedar.
¡Ah! Y antes de que se me olvide, hoy también he preparado la receta en doble versión: con y sin Thermomix. Para que cada uno escoja.