Hace poco ha sido mi cumpleaños y, como es tradición, hice una tarta. Y como no me gusta repetir y tenía claro que tenía que ser de limón y desde hace un tiempo me apetecen cosas frías y ácidas...
La base es el típico bizcocho genovés pero tal como lo hacía mi abuela. Queda muy esponjoso y sube muchísimo más. Rebuscando en la blogosfera encontré una página que, curiosamente, lo hace igual que yo y explica muy bien cómo adaptar las cantidades a los dierentes diámetros de molde e, incluso, cómo pasar del molde redondo a rectangular. La página es "Esbieta", y este sería el enlace: http://www.esbieta.com/
El bizcocho va mojadito con un almíbar de limón y una crema de limón tipo limonchello que te la comes a cucharadas. Lo que sobró de la crema lo puse en vasitos con una base de galletas molidas.
No me gustan las tartas recargadas en cuanto a decoración siempre he pensado que menos es más. Lo importante es el sabor y os puedo asegurar que en cuanto la probéis vais a querer repetir. Os aconsejo que la toméis fría.