Revisando las recetas quee he publicado hasta ahora, he visto que os he puesto muy poquitas recetas de pan. Y no será porque no hago pan en casa. Suelo hacer pan una vez a la semana. Es verdad que suelo variar las recetas, sobre todo ahora que desde hace unos meses compré el último libro de Ibán Yarza: 100 RECETAS de pan de pueblo. Una maravilla de libro, como todo lo que hace. Muy bien explicado y sin tecnicismos, para que todos podamos entender y hacer las recetas que nos propone.
Hacer pan en casa y que te digan que está bueno es una gran satisfacción. No hace falta ser un experto panadero ni tener miles de artilugios; con nuestras manos y unos simples y buenos ingredientes, podemos hacer un pan decente y comible.
En este confinamiento, la gente se ha lanzado a hacer pan como si no hubiera un mañana. Y ante tanta "demanda de información", muchos blogueros nos han dado sus recetas, más bien diría cursos gratuitos de panadería: Su de Webbos Fritos, el mismo Ibán Yarza y muchos otros.
La receta que hoy os traigo es del último libro de Ibán Yarza, concretamente Pan sobado con anís, aquí lo llamamos pan de matalahuva. Nunca lo había probado hasta que vine a vivir aquí y desde el primer momento me gustó mucho el sabor que le da el anís. Es un pan tipo candeal pero con un toque de suavidad que le aporta la manteca. Con esta receta y otra que os voy a poner en breve vamos a celebrar el Día de Canarias que es el próximo día 30 de mayo.
INGREDIENTES:
Masa madre (la noche anterior)
- 85 gr de harina panifcable suave W130 (mitad harina de fuerza + mitad de harina de trigo común)
- 40 gr de agua
- 0,2 gr de levadura fresca (como una lenteja)
Masa final:
- 125 gr de masa madre
- 500 gr de harina panificable suave W130 ( mitad harina de fuerza + mitad harina de trigo común)
- 230-240 gr de infusión de anís
- 30 gr de manteca de cerdo o aceite de oliva virgen extra suave
- 10 gr de sal
- 1 cucharada sopera de anís en grano (matalahúva)
Infusión de anís:
- 300 gr de agua
- 2 cucharadas de postre de anís en grano.
PREPARACIÓN:
1- La noche anterior preparamos la masa madre y la infusión.
2- Infusión: ponemos el agua a hervir junto con los granos de anís, dejamos cocer unos 5 min. Tapamos y dejamos infusionar toda la noche.
3- Masa madre: en un bol poner todos los ingredientes, mezclar y formar una bola. Tapar el bol con film trasparente y dejar fermentar a temperatura ambiente toda la noche.
4- Al día siguiente: en el bol donde tenemos la masa madre añadimos el resto de ingredientes de la masa final. La infusión la colamos antes de añadirla a la masa. Puede que no quede la cantidad que necesitamos, en ese caso completar con agua. Mezclar bien hasta que quede una masa homogénea.
5- Pasar la masa a la mesa de trabajo y amasar hasta que quede una masa suave y elástica, nos llevará un par de minutos.
6- Con el rodillo estiramos la masa hasta que nos quede de un grosor de 1 cm, plegamos en forma de tríptico, giramos 90º y volvemos a estirar. Hacemos este proceso unas 10 veces. Nos quedará una masa sedosa.
7- Dividir la masa en cuatro partes iguales. Damos forma de bola bien firme. Tapamos con un paño limpio y dejamos reposar 5 min.
8- Aplastamos cada bola con la palma de la mano formando discos de algo más de 1 cm de grosor. Las apilamos de dos en dos, apretando un poco con la mano para que se junten bien. Pasamos a una bandeja de horno cubierta con papel de hornear. Tapamos con el paño y dejamos fermentar unas 3 horas en un lugar libre de corrientes (horno apagado).
9- Calentamos el horno a 230ºC, calor arriba-abajo, sin vapor. Antes de meter el pan, le hacemos unos agujeros en la superficie con un palillo, para evitar que se formen burbujas en la masa. Vaporizamos las piezas con abundante agua.
10- Horneamos unos 25-30 min, dependerá de vuestro horno. Una vez cocidos, dejamos reposar tapados con una tela.
NOTAS:
- Este pan no es un pan de miga alveolada, es un pan tipo candeal.
- Como véis no es un pan complicado de hacer, lo único el refinado o estirado de la masa, que va a requerir un poquito de tiempo y fuerza.
- No todas las harinas absorben por igual el agua, si véis que vuestra masa está bastante seca, puede que necesite un poquito más de agua, la váis poniendo poco a poco.
- Si la masa se resiste: dejadla descansar unos minutos. Se relajará y será más fácil estirarla.
- A mayor número de veces que estiréis la masa váis a conseguir una masa más sedosa y suave. La miga no quedará tan prieta.
FUENTE: Ibán Yarza - 100 recetas de pan de pueblo.
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