miércoles, 29 de abril de 2020

TARTA SACHER

La tarta Sacher es un clásico de la repostería austriaca.


Si alguna vez vas a Austria, concretamente a Viena, no debes irte sin probar esta tarta. Te recomiendo que vayas directamente al Hotel Sacher, cuna de tan maravillosa tarta. Es un poco caro pero merece la pena. La primera vez que estuve en Viena, estando en la universidad, la probé pero no en la cafetería del Hotel Sacher, fue en la confitería Aida, muy famosa también. Me parecio riquísima, pero no tenía modo de compararla con la auténtica. Años después, volvimos a Viena y esta vez sí que fuimos a tiro hecho: Cafetería del hotel Sacher. Madre mía, riquísima, y con lo bien que te tratan merece la pena pagar un poco más. No sólo era la tarta, es que nos dieron una pequeña chocolatina en relieve, un chocolate caliente y un licor de chocolate. A pesar de ser agosto teníamos 3 grados, así que entró de maravilla. Esta foto es lo que nos tomamos esa noche.

 Cafetería del Hoter Sacher. Viena.

La receta original es secreto de estado, fue creada por Franz Sacher para una cena del príncipe Metternich.
He hecho varias veces esta tarta, siguiendo varias recetas. Todas son muy parecidas, hasta que hace poco mi compi de grupo de facebook: Sonia Garcia, publicó la receta sacada de un libro de repostería austriaca para Thermomix. Para ella era la mejor que había probado hasta ahora (y me fio de su criterio). Tenía la receta guardada esperando el momento adecuado, y nada mejor que hacerla para celebrar el cumpleaños de mí marido, un poco atípico porque debido al confinamiento sólo lo hemos podido celebrar los tres que estamos en casa. Por eso la tarta es un poco más pequeña. Aunque si la hubiera hecho de su tamaño original hubiera caído igual. Los remordimientos vendrían después.
Yo he hecho la tarta con la mitad de ingredientes para un molde de 17 cm, pero os voy a poner los ingredientes originales.
Muchisimas gracias Sonia, porque de verdad que la tarta estaba de muerte.

sábado, 25 de abril de 2020

GALLETAS DE MANTEQUILLA CON PISTOLA

Es imperdonable: no tengo ninguna receta de galletas en el blog. Así que voy a directa a ello, con una receta que he hecho bastantes veces y que la tenía olvidada. Es la primera que hice cuando me compre la pistola de galletas. La receta es del blog de KANELA Y LIMÓN. Todas sus recetas son fantásticas y salen a la primera.
No he cambiado nada de la receta, cosa rara porque casi siempre suelo cambiar algo, pero como desde el principio siempre me gustó, la he dejado tal cual. Sólo he separado un poco de masa y le he añadido un poco de chocolate en polvo 0%.
Os aconsejo que leaís la receta hasta el final, porque en las notas os explico como usar la pistola, y también que no os desesperéis en el intento.


domingo, 12 de abril de 2020

SANTANDER ENERO 2020

Esta entrada es diferente: hoy no hay receta pero sí va de comida. Os voy a enseñar unos cuantos sitios donde poder disfrutar de unas buenas Rabas y raciones en mi ciudad natal. Y como colofón, aunque sea invierno, os voy a enseñar dónde comer un helado de categoría.

El caso es que esta entrada la creé en enero, nada más volver de dos semanas que pasamos de vacaciones en Santander. Lo cierto es que luego, entre una cosa y otra, se me quedó atrás. Y estos momentos de encierro en casa son perfectos para rescatar algo así.

Desde la Plaza Alfonso XIII, vista de la Plaza Porticada.
Al lado derecho comienzan los Jardines de Pereda.

En Santander, en general en toda la comunidad Cántabra, se come de maravilla. Desde pescado, marisco, carnes, verduras, legumbres, chuletones  de vaca Tudanca, cocido Lebaniego y Montañés, (somos tan chulos que tenemos dos cocidos diferentes), unas almejas de Pedreña, los maganos, las ya famosas Rabas (las auténticas, nada de tira de Potón congelado), sardinas del Cantábrico, Bonito del Norte, bocartes o anchoas, ensalada con tomates de Isla, quesucos, el famoso hojaldre de Torrelavega, las corbatas de Unquera, los sobaos y quesadas pasiegas, el orujo de Potes. etc. No os cuento más; tenéis que venir y descubrirlo vosotros.

Jardines de Pereda

Desde hace un par de años mí marido y yo nos escapamos después de las Navidades unos días a Santander, a ver a la familia y amigos y disfrutar de la gastronomía. Este año os voy a enseñar a dónde hemos ido y qué es lo que hemos comido, para que os sirva de referencia por si estáis pensando en venir. Poco a poco intentaré ir poniendo más entradas con más sitios, no sólo en la ciudad sino también de la provincia.

TABERNA LA RADIO: Paseo General Dávila 103.


Para abrir boca nos fuimos a La Radio, donde nos pedimos una ración de Rabas. La ración es generosa y lo que llama la atención es que te las ponen con aros de cebolla frita. Quizás no sea muy purista, pero a mí me gustan también así. Para mí es quizás uno de los mejores sitios donde he comido las Rabas, seguro que hay otros sitios pero por ahora es un fijo en mí lista.
En La Radio  no sólo puedes comer unas Rabas estupendas: son especialistas en pescado y marisco fresco. También podéis encontrar buenas carnes y los postres son todos caseros.
Os recomiendo hacer reserva porque suele estar lleno, sobre todo si váis en puentes o en verano.

LA GLORIA DE CARRIEDO: Calle Cádiz, 12.

Después de disfrutar de la rabas y una cañita nos acercamos a La Gloria. Es un sitio pequeñito, tiene terraza, pero en pleno enero como que no apetece estar fuera.



Pedimos 3 raciones: Primero Mejillones en salsa marinera. La salsa estaba de muerte, tanto que dejamos la fuente limpia.



Tortillas de camarón: muy buenas, en su punto de fritura y nada aceitosas. La única pega es que quizás son demasiado grandes.




Y por último Foie de Pato con reducción de Oloroso con pasas. El foie buenísimo, la salsa de lujo y el pan espectacular ya que eran rebanadas de pan de brioche tostadas.
Aunque esta vez no pedimos croquetas os las recomiendo, sobre todo las de bacalao.

Para acompañar pedimos unas cervezas, aunque he de decir que para mí la cerveza de grifo que sueles encontrarte en Santander no es la mejor, no me gusta mucho la Mahou, pero eso para gustos.

Y para el postre nos fuimos a:

REGMA: Paseo de Pereda, 5.


Si vas a Santander no te puedes quedar sin probar los helados de Regma. Ya sé que es invierno, pero entra de maravilla.
Regma tiene varias heladerías en la ciudad, también en pueblos de la provincia e incluso se han expandido por Asturias. Nosotros nos pasamos por la del Paseo de Pereda y después nos fuimos a los Jardines de Pereda a comernos semejante monumento al helado. La variedad no es muy grande, pero son fieles a la receta de helado artesano y productos naturales y frescos. A mí me chifla el Jaspeado Escocés: helado de nata, café y whisky, pero en este caso pedí el de avellana. Mí marido de tarta de queso y nuestro hijo mayor de turrón.
Como podéis apreciar en la foto el helado es de un tamaño considerable, pero que conste que en la foto que he puesto ya nos habíamos comido casi la mitad. Con uno vas servido, en verano te tienes que dar prisa porque con el calor se van derritiendo y no te da tiempo a comertelo. Eso sí, os voy avisando que en verano las colas son tremendas (pero va rápido, eh...).

Para terminar nos fuimos a comparar unas Polkas para regalar, a la
CONFITERIA HOJALDRE: Marqués de la Hermida 12.

Espero que este pequeño recorrido gastronomico por mí ciudad os haya gustado. Ya os iré poniendo más sitios, intentaré también poneros de Gran Canaria, donde también se come de maravilla.

jueves, 9 de abril de 2020

DONUTS

¿Qué tal lleváis el confinamiento? Nosotros ni tan mal, teletrabajando, leyendo, viendo series y películas.. Los hombres de casa haciendo deporte y yo, después del reposo recomendado, me he dedicado a investigar recetas. Una de esas recetas ha sido la de los donuts. He tardado un poco en hacerla porque en los supermercados ha desaparecido la levadura de panadería, la harina de fuerza y todo lo que tiene que ver con el mundo de la repostería.
Hace muchos años que hice por primera vez donuts. La verdad es que tenían una pinta un poco innoble; se podían comer pero no eran muy parecidos a los industriales. He de reconocer que los donuts industriales me gustan, pero no sé que tienen que me terminan resultando pesados (no me extraña, deben ser uno de los productos más insanos del mundo... pero mira que están ricos los condenados...).
Después de mucho investigar he dado con una receta que no es que sea clavadita a los de una conocida marca, pero sí que resultan suaves, esponjosos, nada empalagosos... y no me resultan pesados.
Para conseguir este resultado es imprescindible:
- Hacer un poolish o esponja.
- Incorporar miel o azúcar invertido.
- Dejar que la masa leve. No tengáis prisa: haced un levado largo de toda la noche en la nevera.
- Freirlos en un recipiente hondo y de uno en uno para controlar bien la temperatura de fritura.

Vamos con la receta, y veréis los pasos que he seguido.