Descubrí los gofres en mi época universitaria, en el viaje de paso del ecuador por los Países Bajos, y la verdad es que me encantaron. Era imposible no probarlos ya que en todas las calles te encontrabas puestos ambulantes que te preparaban en el momento unos gofres espectaculares y crujientes. Vamos, que no había forma de no caer en la tentación.
Hace un tiempo que andaba detrás de tener unos moldes de gofres y al final encontré unos estupendos de Lekue. Son de silicona y puedes hacer cuatro de golpe. Además se limpian muy fácil y no ocupan mucho espacio.
La receta la he sacado del blog Pasen y Degusten, lo único que me ha faltado es el azúcar perlado, no lo le encontrado, pero por internet podéis encontrarlo. Es lo que le hace que el gofre sea crujiente.
Podemos hornearlos o hacerlos en una gofrera eléctrica.