sábado, 24 de noviembre de 2018

STOLLEN, PAN DE NAVIDAD ALEMÁN

El Stollen o pan de Navidad Alemán es otro de esos dulces navideños de fuera de nuestro país, que poco a poco ha ido haciéndose un hueco en nuestras mesas por Navidad.
Yo lo descubrí hace más de 30 años, ya que cuando era estudiante universitaria, sin un "duro", trabajaba en casa de unos vecinos; ella es alemana y por Navidad traía o le mandaban este dulce. Yo no lo había visto en la vida, y cuando me lo dio a probar aluciné en colores: el sabor de las especias, las frutas confitadas, el toque suave de las almendras... indescriptible. En esa época no había nada parecido, por lo menos en Santander. No lo volví a ver hasta que me vine a vivir a Las Palmas de Gran Canaria, allá por 1993, en las Navidades en algunos supermercados era fácil verlos. Más adelante una cadena de supermercados alemana bastante conocida los ha puesto de moda.
En mi casa nos gusta a todos y en cuanto encontré una receta que me gustó me lance a hacerla. Es un pan dulce y denso, especiado, con una buena cantidad de frutas confitadas, pasas, almendras, cubierto de una generosa capa de azúcar glass. Algunos están rellenos de mazapán. Vamos, una bomba de calorías.
Su forma es curiosa: oblonga, con un lado un poco mas abultado. Según la tradición simboliza al niño Jesús envuelto en pañales.
La receta es una versión del famoso panadero Dan Lepard, la encontré en el blog: El invitado de invierno. 


miércoles, 21 de noviembre de 2018

SOPA DE AJO O CASTELLANA

La sopa de ajo, o castellana, forma parte de nuestro recetario más tradicional. Sus ingredientes son básicos, los que normalmente hay en todas las casas: pan del día anterior, aceite, ajos, pimentón, huevos, sal y, por supuesto, agua. Ya si se quiere hacer más sabrosa se le puede poner chorizo o jamón serrano y, en vez de agua, un buen caldo de pollo.
Es una estupenda forma de hacer una rica sopa para esos días que hace un frío que pela con restos (hay que saber reciclar). Por ejemplo: en Navidad una receta que se suele preparar es un buen Consomé y normalmente suele sobrar, ya que por una extraña razón siempre tendemos a preparar más de la cuenta, no vaya a ser que no nos llegue. El pan: siempre, siempre nos juntamos con un montón de trozos de pan. Y a algunos con suerte les regalan un jamón, pero que el pobre no tiene mucho arreglo y ya tu familia está hasta el gorro de croquetas...
Pues con todo esto y un poco más hacemos una sopa que relames hasta el plato y entona el cuerpo que no veas.


sábado, 17 de noviembre de 2018

SOLOMILLO WELLINGTON CON VERDURAS

Con esta receta voy a iniciar las propuestas para estas navidades. Siempre es mejor irse adelantando para que luego no nos coja el toro. Además, hay que reconocer que los días pasan volando y en cuanto nos queramos dar cuenta estamos en navidades. Así nos vamos haciendo idea de los menús que queréis poner y haciendo la lista de la compra, que ya se sabe que luego los precios suben bastante.
Voy a intentar poneros recetas lo más variadas posible. De todas maneras, recordaros que del año pasado tenéis unas cuantas.
Esta de hoy es una receta que hice las navidades pasadas y que se puede encontrar en cualquier blog de cocina. Lo único es que yo he sustituído el relleno tradicional (solomillo cubierto de paté con champiñones salteados) por verduras salteadas. Queda muy jugoso y es otra forma de hacerlo menos pesado. También es verdad que la cosa surgió porque a la novia de mi hijo no le gustan ni el paté ni los champiñones y estuve pensando posibles alternativas, porque el Solomillo Wellington tenía claro que iba a caer. Y eso fue lo que se me ocurrió. Después de probarlo... no está nada mal.
Como véis en la foto, hay dos solomillos. Uno era de carne de ternera y el otro de cerdo. Para que veáis que se puede hacer con dos tipos de carne.