¿No os pasa a vosotros que todo el mundo os regala pimientos, tomates, calabacines, etc? ¿Y luego no sabéis qué hacer con tanta verdura? Pues a mí también.
Hace unas semanas me regalaron un súper calabacín, y no tenia ni idea de qué hacer con él. Además, en ese momento eramos dos a comer y, para colmo, me sobraba comida de un par de reuniones con amigos. Al final decidí meterle mano (¡qué mal suena!), pero, efectivamente, le metí mano. Se me ocurrió que en tortilla no tenía que quedar mal y con tal de que mi marido no protestase lo camuflé un poquito. Hace ya tiempo hacía una tortilla de patata con láminas de calabacín y cebolla, pero esta vez quité las patatas. Poché bien el calabacín con cebolla y perejil picado. Quedó riquísima y "el costillo" se la comió y no protestó. Es más, la he vuelto a repetir.
Os dejó mi humilde receta, espero que os guste tanto como a nosotros.
Moraleja: nunca rechaces un regalo aunque al principio no sepas qué hacer con él.
