Después de un pequeño parón -unos días visitando mi tierra-, vuelta a la rutina de la rehabilitación, etc....
Os traigo una receta que llevo muchísimo tiempo queriendo hacer pero no encontraba el punto que a mi me gusta. Y creo que, por fin, lo he logrado.
Me gustan todas las mermeladas, pero la de naranja me chifla. Y si es ligeramente amarga mucho más. Era la mermelada preferida de mi madre; yo creo que de versela comer a ella me aficioné, porque soy la única en la familia a la que le gusta.
Ahora que es tiempo de naranjas, es el momento para aprovechar y hacer mermelada para todo el año.
Por cierto, los panecillos (estilo bollos de leche) que salen en la foto también son caseros, los hice unos días antes, lo que pasa es que estoy intentando dar con la masa que a mi me gusta, por eso todavía no pongo la receta. Estoy en ello... y mientras tanto mi familia me lo agradece comiendo tandas y tandas de bollos... porque buenos están, aunque no perfectos.