Esta entrada es especial, ya que con ella quiero celebrar que tengo más de 300 seguidores, algo que jamás pensé que ocurriría cuando me lancé en la aventura blogeril. Estaréis pensando: una tarta, con el calor que hace para encender el horno, con la pila de calorías que tiene, etc... Tranquilos, que aunque es verdad que hay que encender el horno, las calorías no son tantas, no sufráis.
Esta tarta ya la hice el año pasado a finales de agosto. Está inspirada en la tan famosa TARTA DE LA VIÑA, pero como no tenía todos los ingredientes y lo que quería era acabar con los restos que tenía en la nevera: queso batido, nata de cocinar, leche condensada, etc..... lo mezclé todo esperando, o deseando, que el experimento saliese "decente", y la verdad he de decir que quedó ¡¡¡¡buenisimaaaa!!!!
Como no apunté la cantidad que ponía de cada ingrediente, pensando que me iba a quedar un churro, este año la hemos repetido mi hermana y yo. Hemos cambiado alguna cosilla. El resultado es una tarta de queso muy suave y nada pesada. Vamos, que se come sin remordimientos.
Espero que os guste y muchas gracias por estar ahí.